¿Por qué nos sentimos presionados a ser felices todo el tiempo?
- franciscapenalozar
- 5 feb
- 2 Min. de lectura

Vivimos en una sociedad que constantemente nos empuja a estar "bien", a ser felices, a sonreír, incluso cuando por dentro estamos lejos de sentir eso. Esta presión constante por mostrar una imagen de vida perfecta, sobre todo a través de las redes sociales, puede llevarnos a caer en lo que hoy conocemos como positividad tóxica.
Pero, ¿qué es la positividad tóxica? Es la idea de que debemos estar siempre positivos y evitar todo tipo de emociones catalogas como "negativas", tales como la tristeza, el enojo o la frustración. Nos han enseñado que si no estamos felices, es como si estuviéramos fallando, como si no estuviéramos haciendo bien las cosas o, peor aún, como si no fuéramos lo suficientemente fuertes.
Lo cierto es que esta presión para estar siempre felices no solo es irreal, sino también dañina para nuestra salud mental. En lugar de permitirnos sentir lo que realmente estamos viviendo, nos sentimos culpables por no ser "lo suficientemente felices" o "positivos". Y ahí es cuando la positividad, lejos de ser algo beneficioso, se convierte en una carga.
Cabe destacar, que sin duda las redes sociales juegan un rol importante dentro de este mandato cultural entorno a la felicidad. ¿Quién no ha visto esas fotos perfectas, esas sonrisas radiantes y esos momentos que parecen sacados de una película? Lo problemático se produce cuando nos olvidamos que aquello que vemos es solo lo que los otrxs deciden mostrarnos por medio de sus redes, lo cual no quiere decir que no tengan días difíciles, momentos de ansiedad, de tristeza o de cansancio. Es así, como esta comparación puede hacernos sentir que estamos "haciendo algo mal".
Pero aquí está la trampa: al negar nuestras emociones diciéndonos a nosotros mismos y a los demás que "solo debemos ser positivos", "que todo estará bien" o "que no nos preocupes tanto", no estamos validando y conectando con nuestras vivencias, sino que las estamos reprimiendo. Reprimir emociones naturales como la tristeza, el enojo o el miedo, no solo es agotador, sino que puede llevarnos a sentirnos abrumados. Cuando evitamos enfrentarnos a lo que realmente estamos sintiendo, terminamos acumulando esas emociones, y lo que en principio parecía un pequeño malestar, se puede convertir en altos montos de ansiedad, estrés o incluso desánimo.
Aceptar que no siempre vamos a estar bien es un paso importante hacia una salud emocional más equilibrada y realista. Aceptar nuestras emociones, sin juzgarlas, es fundamental para poder sanarlas y procesarlas de manera saludable.
Recuerda que la felicidad es solo una parte de la vida y cada emoción que sentimos tiene su razón de ser y merece un lugar. En lugar de perseguir la felicidad constante, enfoquémonos en aprender a vivir con todas nuestras emociones, sin sentirnos presionados a estar "bien" todo el tiempo.
La positividad no se trata de fingir que todo está bien cuando no lo está. Se trata de aceptar todas nuestras emociones, como parte natural de la experiencia humana. Reconocer nuestras emociones nos permitirá entender mejor nuestras necesidades y tomar medidas para cuidarnos a nosotros mismos, lo cual nos ayudará a enfrentar los desafíos de la vida de una manera más amable.
.png)



Comentarios